La
falta de normas en casa y la excesiva tolerancia de los padres de
conductas inadecuadas en el niño y en el adolescente, también
contribuyen al origen del bullying.
Existen
recuerdos que algunos niños y adolescentes quisieran olvidar para
siempre, pero es imposible. Y es que, el daño causado en ellos, los ha
marcado tanto, a tal punto, de no solo dejar heridas físicas, sino sobre
todo heridas en el alma.
El bullying
es la práctica de intimidación más severa en los niños y adolescentes,
que incita problemas emocionales en las víctimas y, en casos extremos,
pueden traer desenlaces fatales.
Cada
día se incrementan más casos de bullying en las escuelas, dejando
padres preocupados y menores con graves traumas, que con el tiempo, se
convierte en depresión y pueden llegar hasta el suicidio. Pero, ¿cómo y
dónde se origina este problema?
“El hecho de que un niño acose y agreda a otros implica muchos factores de por medio, pero el principal es el hogar.
Si en la casa existe un ambiente hostil, no hay reglas definidas ni
respeto y tanto padres como hijos se agreden física y psicológicamente,
los niños crecen comprendiendo a la violencia como algo común en sus
vidas”, dijo a RPP Noticias, Nancy Sánchez, psicóloga del Centro de
Atención Integral para Adolescentes y Jóvenes (SISOL Jóvenes).
El agresor, antes de causar violencia a los demás, ha sido violentado por su propia familia, según indicó la especialista.